Monitorizar y mantener el número de ácaros de varroa por debajo del umbral nocivo

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El diagnóstico de presencia de varroa es la principal herramienta que tiene el apicultor para la aplicación de medidas correctivas. El monitoreo permite conocer el grado de infestación y decidir […]
El diagnóstico de presencia de varroa es la principal herramienta que tiene el apicultor para la aplicación de medidas correctivas.
El monitoreo permite conocer el grado de infestación y decidir así que acción tomar.
Para poder cuantificar la presencia de varroa, debemos recordar que no toda la varroa se encuentra en estado forético, sino que la mayor parte está dentro de la celda reproduciéndose. Se estima que por cada abeja que veamos en estado forético, habrá 3 dentro de celdas iniciando el ciclo biológico. De 1 a 5 en el caso de haber zánganos en la colmena.
El método de conteo de varroa forético mas utilizado es:
En la farmacia compramos un tarro de los usados en análisis de orina, tienen una capacidad de aproximadamente 200 abejas
Tomamos una muestra de abejas de los cuadros centrales de la colmena preferentemente
frente a la piquera, que es el lugar preferido por varroa.
Espolvoreamos las abejas con azúcar glas y dejamos unos minutos para que varroa se
desprenda.
Con un cernido de malla gruesa (sirve el material de los suelos sanitarios) separamos el
azúcar glass de las abejas.
Disolvemos el azúcar obtenido en agua para poder ver las varroas caídas y contarlas, y
calculamos porcentajes. Marcar un porcentaje de infestación de ácaros como nocivo (>3%)
Para poder evaluar infestación a nivel de cría debemos:
Buscamos cría operculada en el centro del nido
Con un cúter o cuchillo bien afilado desoperculamos una sección de 10 por 10 celdas
Sobre un papel blanco sacudimos con fuerza para provocar la salida de las larvas
Contamos la presencia de varroas y calculamos porcentajes
Otra forma de evaluar parasitación es el uso de pisos sanitarios, estos además de ser un eficaz control natural de varroa, aportan datos de interés. Estos son, cantidad de varroa caída, efectos del grooming o halo grooming sobre las varroas. Eso además nos dirá que colmenas soninteresantes de reproducir, de acuerdo a las muestras de lesión a las varroas infringidas por las obreras.
Qué hacer en caso de detectar altos índices de parasitación:
Mientras que los índices de parasitación sean de muy leves a leves (de 2 a 5 varroas caídas), lo ideal es dejar que la abeja controle la situación. Es la única forma de potenciar su genética defensiva. Esto no quiere decir incumplir la legalidad y saltarse los tratamientos obligatorios, pero sí se podrán aplicar productos menos nocivos (ácido fórmico, oxálico, timol, etc.) en lugar de los de síntesis.

Referencias:
Marla Spivack
Preferencia de control/test en cría de zánganos
Realizar los siguientes controles/tests:
- Inicio de primavera
- Verano
- Otoño

Actualmente se pueden hacer los test en abeja con azúcar glass, con una solución alcohólica (se recomienda alcohol al 70%) y durmiendo la abeja con CO2. este último método no afecta a la salud de la abeja y parece tener mayor capacidad de recuperación de varroa forética
Puesto que Varroa se refugia en la cría operculada, en los periodos en los que la cantidad de cría en la colmena es muy alta (primavera) es preferible hacer el control en la cría. Sin embrago, en los periodos con poca cría operculada, el control en abeja es preferible, a fin de detectar las colmenas más parasitadas.
Se debe intentar muestrear el mayor número de colmenas posible, puesto que la tasa de parasitación es muy variable entre colmenas de un mismo colmenar.
Antes de tomar una decisión como apicultor de aplicar lo que se considere un tratamiento menos agresivo , se debería consultar con el veterinario encargado de la explotación ?
El veterinario de la explotación es el profesional adecuado para el asesoramiento en materia sanitaria de las explotaciones apícolas. Más allá de que la legislación le otorgue un papel fundamental en las cuestiones de higiene y sanidad animal, bioseguridad o bienestar animal, y que sea necesaria la prescripción veterinaria para la dispensación y uso de muchos de los medicamentos veterinarios de uso en apicultura, su formación es la adecuada para detectar los problemas sanitarios y asesorar en las medidas adecuadas para su control. Desde mi punto de vista, el veterinario, en colaboración necesaria e imprescindible con el apicultor, debería desarrollar un programa sanitario adecuado a las características de cada explotación apícola, que son por supuesto muy variadas. Así que mi respuesta es sí, desde luego el veterinario debe estar al tanto de los tratamientos (del tipo que sean) que se aplican en la explotación